Creo que todos nosotros y con todos me refiero a masculino, femenino o intermedios, hemos pasado nuestra adolescencia soñando con esa persona mayor que nos gusta, nos atrae física y sexualmente, ya que con el solo hecho de que sea mayor nos hace hervir la sangre a la hora de pensar en el sexo con ella, si, sexo, por que eso es lo único que habría con esa o ese veteran@, solo vamos por ahí, caminando sin pensar que un día cuando te mudas al nuevo barrio, te das cuenta, de que nada sera como antes, cuando la vez, esa señora, de piel blanca y mirada coqueta, de caminar exótico y altanero, que no mira a nadie, solo pasa por tu lado sin saber que existes cuando por dentro el deseo te carcome por desnudarle y tener cada centímetro cuadrado de su piel, esa señora que cuando pasa por tu lado, su aroma dura en tu inconsciente por días semanas o incluso meses, hasta sueñas estando en su cama, oliendo su perfume, acariciando su piel, aunque esos sueños pueden volverse repetitivos y con el ímpetu de la adolescencia son un poco mas fogosos que los sueños habituales, en mis sueños viajo con ella a sitios donde nunca he estado, donde ahi y solo ahi ella me desea tanto como a mi y puedo ver sus gestos al hablarme, sentir sus manos al besarte y morder sus labios cuando la tengo cerca, cosa que después de tantos años de soñar con ella, poco a poco se han ido volviendo realidad en situaciones donde llega el punto donde no se si seran un sueño mas o una realidad que me saca de este mundo y me ayuda a escapar de la jaula llamada rutina.